domingo, 26 de agosto de 2007

¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!


Si hasta el mismo emperador Octavio clamaba en sus dependencias palaciegas por legiones perdidas en batallas en Germania, no es de extrañar que todo aquel que coordina en verano algún medio local clame entre las impresoras sin tinta por la plantilla ausente. ¿Dónde está la redactora de sucesos cuando los muertos afloran? ¿Dónde el sabio de economía cuando los cierres de compañías se suceden en una tierra de empresarios piratas? ¿Dónde el prócer de la política cuando se renuevan las cúpulas dirigentes? Supongo que en tierras barbaras, como las legiones de Octavio. Disfrutando de unas más que merecidas vacaciones de una empresa que todo lo soluciona con ese invento llamado becarios. Un bálsamo de Fierabrás que nada cura.

2 comentarios:

Rocío Mendoza dijo...

A falta de legiones... ¡El ejército de Pancho Villa! Es lo que hay...

Juanjo Marcos dijo...

Pues vente a echarme una mano, ande...