martes, 28 de agosto de 2007

Tontos por ciento

Alicante es tierra de profetas y adivinos. Hay más augurios en las páginas de los periódicos dedicadas a la economía que en la del horóscopo. Más deseo en boca de las patronales empresariales que el que se vislumbra en la sección de contactos. Hay algunas "fuentes" (con comillas sonoras) especialistas en abrir en canal a algún redactor para, con las vísceras de su carrera universitaria, arrojar algún tanto por ciento de esos mágicos. De esos que no vienen respaldados por ninguna cifra concreta detrás (o delante). De esos que no se contrastan porque los líderes empresariales locales dan para lo que dan. Y ahí están archivados en los pasillos de las profecías perdidas esa merma agrícola del 40% por la culpa de productos tan potentes en Alicante como el brécol. Esa catástrofe para los heladeros del 20% por las últimas lluvias en una campaña que dura un año (¡y que no dudan en vincular con la crisis hipotecaria en EEUU!). Esas pérdidas en las exportaciones de turrón a Estados Unidos del 50% por la paridad dólar-euro (y como todos sabéis no hay yanqui que después de una 'hamburguer' no pida un poco de turrón a la piedra). Pero qué sería de los medios escritos alicantinos sin las barrabasadas de Eladio Aniorte, José Luis Gisbert, Pedro Méndez o Ramón Jerez, sólo por citar algunos de los más señeros ejemplos de quiromantes que han logrado este verano titulares dignos del Coloso de Rodas. Los idus de agosto deben serles favorables. Los últimos augurios simplemente asustan. En este momento de crisis industrial, con la construcción renqueante, Alicante debería exportar al extranjero profetas y adivinos de los que le sobran. Y algún que otro jeta.

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