No lo puedo evitar. Me encandilan las candilejas de la capital. Me emociono con ruedas de prensa como si becario volviera a ser. Me da igual que Pedro Solbes nos regalara en el Ministerio de Economía un plantón de 90 minutos de pie. O que el retrato del Marques de Pidal que engalanaba la sala luciera un indiscreto boquete (las cosas de la crisis). Que no se le entienda en muchos casos. Que en la Comisión de Economía del Congreso sus señorías firmen asistencia como si malos estudiantes de la privada fueran. Que Martínez Pujalte siga haciendo los chistes malos que le veía en la 'terreta'. Que el debate nacionalista lo anegue todo mientras las cifras de la crisis siguen impertérritas a los desdenes oficiales. Me encandilan.
Así somos los de comarca, nano.
4 comentarios:
No mires atrás o te convertirás en estatua de sal. Disfruta porque te lo has ganado... pero para terminar con Martínez Pujalte, no hacían falta esas alforjas (es broma, nos encanta verte triunfar y decir yo le conocí, algún día comí con él, incluso me he tomado algún que otro cubata)
¿Así somos los de comarcas? Tú nunca has sido de comarcas, por eso estás ahora donde estás... Y no pierdas nunca esa mirada que te hace emocionarte con esas cosas, aunque se conviertan en tu día a día...
Hay quienes no se pueden asombrar de las luces de la capital porque son parte de ellas. Tú ya no eres de comarcas, xaval, eres el farero! Te has transformado de hobbit a Aragorn y ahora debes iluminar al resto.
Lo de Mtnez Pujalte era, precisamenre una ironía, estimado Gato. Más que una estatua de sal, soy un tipo son salero.
Estimada Mendo, soy muy de comarcas y a mucha honra. No creo que sea mi día a día, pero de cuando en cuando... mola.
Por último maese Meriadoc, ya sabes que los Hobbits damos muchos tumbos en la trilogía, pero lo que añoramos es la comarca... salvo uno raro que llevaba un anillo.
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