viernes, 15 de agosto de 2008
Doble salto moral
Empiezo a estar algo saturado de tanta gaita políticamente correcta y de tanta tontería que nos inunda. De que una gilifoto a la selección de baloncesto en la que se achatan los ojos con los dedos cause revuelo diplomático. Al tiempo, se decide que la niña que cantaba en la inauguración de los Juegos Olímpicos se esconda detrás de otra pequeña. Menos gorda, más agraciada. Pero ahí no pasa nada.
Hay un velo de corrección que todo lo envuelve pero que, al tiempo, es cruel y despiadado con todo aquello que se sale de los cánones preestablecidos. No sé dónde nos tendremos que esconder las personas que no nos gusta hacer deporte, los varones con alopecia y modales algo rudos. Supongo que al final cantaremos siempre escondidos, detrás de alguien mejor parecido. Ahora bien, nadie pondrá nunca cara de chino, no vaya ser que se cabree todo el lejano Oriente.
Da la sensación que la sociedad camina hacia atrás y se torna más retrograda. No hay más que ver cómo queda la mujer en el 95% de los anuncios que se emiten en España. Eso sí, nos preocupa que la palabra 'miembra' no esté en el diccionario.
Hay películas, por ejemplo, de los años setenta que no sé si hoy se podrían rodar. No porque estén prohibidas, sino por lograr el apoyo suficiente. Comedias zafias y escatológicas, las que quieras. Humor inteligente como el que sigue, pues cada vez menos.
Gensanta.
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