Suicidios periodísticos

Siempre he tenido problemas para escribir sobre suicidios en el periódico. Quizá sea por que me ha rozado la sinrazón de quien no quiere a la vida. Quizá por que hay cosas que simplemente no entiendo. Soy especialmente quisquilloso con aquellos que escriben sobre el particular. Aún recuerdo cuando hace años se quitó la vida el otrora presidente de una juguetera. Mientras todos tratábamos de pasar de puntillas sobre el asunto, hubo un rutilante e inflamado medio local que no dudó un instante al titular con un "...ahorcado en el gimnasio de su casa...". Así, con un par. Estos últimos días se ha escrito mucho sobre María Dolores y su muerte en el Maigmó. No quiero ni pensar el grado de desorientación y delirio por el que tuvo que pasar la joven de Agost. Ni por lo que habrán pasado sus familiares y allegados. Más aún si por un casual se han detenido ante todo lo que se ha escrito estos días. En muchos casos con pésimo gusto y en otros, con baja moral. Alguno incluso elucubra sobre la mística de el acto de María Dolores. Ojalá ninguno de ellos sea jamás rozado.