viernes, 12 de septiembre de 2008

Un político de peso, que no de altura




He leído en algunos periódicos que el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, ha decidido informar a la ciudadanía de que abandona el cargo.

¡Siempre tan campechano y dicharachero este Luis! Quince veces jocoso. El regidor dejó la política hace catorce años y abandonó la ciudad a su suerte.

Lo que ha hecho es informar a la ciudadanía de que seguirá de vacaciones. Nunca disimuló, pero al menos ya no tendrá que acudir, de mes en mes, a algún acto de corte ficticio.

Que la fortuna asista a Sonia Castedo, que la ciudad lo necesita. Que no olvide sus comienzos en el mundo de los medios, para comprender a los informadores. Que olvide unas cuantas artes aprendidas en la concejalía de Urbanismo.

4 comentarios:

Katzu dijo...

Bonito juego de palabras el del título. Seguro que no se le ha ocurrido a nadie antes.

Juanjo Marcos dijo...

No siempre se puede ser sublime.

El Gato dijo...

Ellos se van. Nosotros nos quedamos con la mierda de ciudad que nos dejan... Pero me niego a ser derrotista, será que no soy alicantino!

Juanjo Marcos dijo...

Son todos gorrrrdos!! Que diría alguien.