lunes, 8 de octubre de 2007

Discussion/debate

Últimamente discuto mucho. Hay quien dice que estoy estresado y otros me tildan de desubicado. Doctores tiene la prensa. Discuto, por ejemplo, con mi ordenador todos los días; un viejo compañero de fatigas que se ha puesto en huelga. Tras tanta espera conjunta, divagando sobre esto y aquello, me envía soflamas de protesta a la pantalla. Digamos que estará de baja un tiempo y que eso repercutirá en mi producción en esta página. Al no tener ordenador con el que conversar, he mantenido animados debates con la televisión. La he insultado con desprecio cuando he visto cómo descuartizaba a Antonio Puerta o a la familia McCann o cualquiera que se atreviera a pasarse por esa ventana ciega. La he aplaudido alguna vez, como con un documental sobre personas desaparecidas o la enésima reposición de 'Con faldas y a lo loco'. Y, sobre todo, he perdido monumentalmente el tiempo. En valenciano y en castellano, para que luego se me acuse de boicotear la producción local.
Cómo no podía ser de otra forma, he vuelto a pelearme también con la actualidad. No dejará de sorprenderme el uso que hacen los gobiernos de turno de las fuerzas de seguridad y la vida judicial. No seré yo quien rompa una lanza por la bastarda izquierda abertzale, pero creo que se la alimenta cuando las decisiones sobre su entorno dependen tanto del momento político. Tampoco me verá nadie quemando fotografías de monarca alguna, ni de los descendientes de Witiza ni de Juan Carlos I. Ahora bien, tampoco elevo a categoría de problema nacional estas protestas. A todo aquel que cometa un delito, individual y punible, que le caiga aquello que se llamaba el Impero de la Ley. Pero a las colectividades que opositan al martirologio, no les daría tantos gustazos.
Puestos a discutir, tras recibir alguna colleja de mi novia y algún sereno reproche de mi madre, me he encarado con mis libros. Como dijo el sabio hay que leer menos y releer más. Siguiendo esta directriz he mantenido una sonora trifulca con mi clásico por excelencia: Antonio Machado. Y uno de mis poemas favoritos:
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.

He pensado en estos días que a este maestro de maestros de Mairena le falta un grupo vital. Está la gente que destruye, sí, nefasta. Está la gente que pasa, sí, entrañable. ¿Pero dónde se deja a los que construyen? A los que quieren dejar su impronta en aquello que hacen, no por soberbia (o sólo en parte), sino por el ánimo de que las cosas de su alrededor mejoren. No quemando fotos, banderas, amedrentando, asesinando y pendientes de agravios ficticios; tampoco pasando indiferentes al lado; sino con el ánimo de acabar con una lacra con la que se toparon. Desde lo global a lo particular todos vemos a personas de este tipo (personalmente lamento no poder incluirme), y su presencia se echa en falta cada día más en ámbitos de todo tipo: políticos, sociales y sobre todo sindicales y periodísticos.
Y si no están de acuerdo, lo discutimos.

2 comentarios:

Peter Parker dijo...

Enorme discutidor. Que nunca te quiten el espíritu crítico, señor patronal. Es broma.
Lo de la quema de fotos del rey no tiene desperdicio. Parece que el fiscal, conocedor de lo que podría provocar una imputación de este calibre, haya pretendido llevar a la calle un debate chavacano sobre la continuidad de la monarquía. Tampoco pretendo justificar lo injustificable pero no sólo ha sido la derecha la que ha alentado este comportamiento. Los jueces y fiscales, con el visto bueno del Gobierno, han permitido hasta el secuestro de una viñeta, de mal gusto, sí, pero una viñeta al fin al cabo.

Juanjo Marcos dijo...

Pues a mí la viñeta me gusto. Y más les hubiera valido hacer como que la veían.