viernes, 13 de febrero de 2009

El día después de que Gallardón y Phoneix se fueran de botellón juntos



Maneras de crisis

Hay tantas formas de abordar las crisis como políticos pueblan los pasillos de las cámaras. Todos tienen su librillo y muy pocos, por desgracia, tienen maestrillo.

Los hay que se decantan por la línea dura. Despido gratis para empezar, y de ahí para abajo. Menos salario, añaden, y todos calvos. La crisis se irá, y nosotros con ella.

Los hay que prefieren no ver. Son esos que dicen que no pasa nada, hasta que ya ha pasado todo. Los que prometen ayudas públicas a mansalva, sin más plan de futuro que las velas puestas a los santos de la globalización.

Los hay también que piden ayuda y dan ayuda. Que piden responsabilidad y la ofrecen. Que tratan el problema sin tiritas pero sin miedos. Bueno, al menos yo quiero pensar que los hay también así.

Aquí les dejo un ejemplo de cada:

La línea dura.

El término medio.

The spanish way.

Y me permito incluir hasta banda sonora:

viernes, 6 de febrero de 2009

Asedio al plumilla

Con la que está cayendo en la profesión, y dentro del marasmo de planes de ayudas y peticiones de apoyo que nos rodean, ha llegado el momento de liderar un nuevo movimiento. No más cierres. No más ERE. Y sobre todo...


miércoles, 4 de febrero de 2009

Esa vieja hipocondriaca

Voy a crear una plataforma ciudadana o un grupo de Facebook que se llame Gente que está hasta el gorro de la bolsa (GEHGB). Me satura ver la escasa relación que tiene la vida real y los mercados de valores. En una jornada como la de hoy [martes], con el peor dato de paro que se recuerda en estos pagos, el cierre ha sido alcista. Este hecho da buena muestra de la relativa importancia que se da en España al dato económico que debería ser el más importante. El que marcara la ruta. El aumento de desempleo en España es tan desproporcionado que no debería existir otro debate público durante unos meses.

En EEUU suele ocurrir justo lo contrario. Aunque hace un par de años asistí atónito a un buen dato de paro que ayudó a que bajara el Dow Jones (por la repercusión en los tipos de interés).

Son tantas las oscilaciones y, a veces, tan arbitrarias, que quizá debería dejar de tomarse a estos valores como avances de la realidad de la economía. Un inusualmente atinado Cándido Méndez definió la Bolsa como una señora hipocondriaca a la que no había que hacer mucho caso. Algo de eso hay. Al menos yo le pondré cuanta sordina me sea posible.

martes, 3 de febrero de 2009

Gatopardismo

En la vieja colección de películas de mi padre he encontrado el término perfecto que explica los tiempos de hoy. Suele pasar.
Nos hallamos en plena época del gatopardismo. Como dicen varios de los personas del libro de Lampedusa y la película de Visconti «Algo debe cambiar para que todo siga igual».

En estos tiempos de crisis todo parece que se tambalea. Pero no sé qué cambiará realmente. Tras haber corrido como posesos a lo largo y ancho de un siglo y medio, los problemas parecen ser los del 29, las recetas las del 33 y los peligros de futuro los del 36. Y buscamos héroes como los del 42.

Todo parece cambiar. Llega un presidente negro. Pero lo primero que hace es apostar por el proteccionismo. España parecía que despertaba de su letargo, pero otra vez se acurruca entre sus miserias y las legañas de la historia.

Todo cambia, pero todo sigue igual. Hemos llegado al siglo del gatopardismo. Y si no, al tiempo.