miércoles, 4 de febrero de 2009

Esa vieja hipocondriaca

Voy a crear una plataforma ciudadana o un grupo de Facebook que se llame Gente que está hasta el gorro de la bolsa (GEHGB). Me satura ver la escasa relación que tiene la vida real y los mercados de valores. En una jornada como la de hoy [martes], con el peor dato de paro que se recuerda en estos pagos, el cierre ha sido alcista. Este hecho da buena muestra de la relativa importancia que se da en España al dato económico que debería ser el más importante. El que marcara la ruta. El aumento de desempleo en España es tan desproporcionado que no debería existir otro debate público durante unos meses.

En EEUU suele ocurrir justo lo contrario. Aunque hace un par de años asistí atónito a un buen dato de paro que ayudó a que bajara el Dow Jones (por la repercusión en los tipos de interés).

Son tantas las oscilaciones y, a veces, tan arbitrarias, que quizá debería dejar de tomarse a estos valores como avances de la realidad de la economía. Un inusualmente atinado Cándido Méndez definió la Bolsa como una señora hipocondriaca a la que no había que hacer mucho caso. Algo de eso hay. Al menos yo le pondré cuanta sordina me sea posible.

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